El experimentado entrenador dijo que a los auriazules los volvería a dirigir y hasta gratis. Mario Carrillo sabe lo que es tocar el cielo y el infierno en dos instituciones importantes como Pumas y el América. Desde los 15 años, fue juvenil de las Águilas del América. Compartió vestidor con Carlos Reinoso y Enrique Borja, …
Pumas-América: Carrillo, con una espina clavada; conoció los dos frentes

El experimentado entrenador dijo que a los auriazules los volvería a dirigir y hasta gratis.
Mario Carrillo sabe lo que es tocar el cielo y el infierno en dos instituciones importantes como Pumas y el América.
Desde los 15 años, fue juvenil de las Águilas del América. Compartió vestidor con Carlos Reinoso y Enrique Borja, y aunque no jugó con el primer equipo en Primera División, aprendió que en el América no existe la derrota.
Años más tarde, lo comprobó como auxiliar técnico de Manuel Lapuente, quien lo dejó dirigir 10 partidos tras una operación de retina a la que se iba a someter. Carrillo ganó todos sus juegos y cuando Lapuente volvió, para retomar las riendas del equipo fue eliminado en cuartos de final en el Verano 2001.
«Es algo que todavía no me perdona Lapuente. Cuando regresó me dijo: ‘pues ya dirige lo que resta del torneo’. Yo no quise y aún está molestó”, señaló Carrillo
HIZO UN AMÉRICA ESPECTACULAR
El trabajo que realizó como técnico interino fue la llave para que la directiva le diera la oportunidad años más tarde en donde consiguió el título de liga en el Clausura 2005 con una América espectacular que se impuso en la final a los Tecos de la UAG. Además, ganó el Campeón de Campeones.
«La educación deportiva que tuve en mi formación en el América fue especial, había que jugar bien, ganar, golear, aplastar, dominar, una exigencia que cuando dirigí, fue fácil porque ya sabía la ideología. Después perdí contra Jaguares y Tigres y me corrieron, solo por dos partidos me corrieron”, recordó Carrillo, quien ahora trabaja como analista en ESPN.
No necesitaba más en su carta de presentación que haber hecho campeón al América. En 2012, tras la salida de Joaquín Del Olmo de la dirección técnica de los Pumas, la directiva apostó por Carrillo, pero no lo dejaron terminar el proyecto. Fue precisamente en una derrota ante América, que marcó su salida.
«Fue un error mío, fui muy arrogante porque pensé que haría volar al equipo, pero las estrellas no se me alinearon. La afición no me quería, me corrieron con menos de ocho partidos, les dije: ‘acabo de llegar, denme chance, y me dijeron: ‘¡estás fuera1’. Tardé en recuperarme, me fui a aprender cinco años a Europa a ver a Guardiola, Bielsa, Vicente de Bosque porque yo no me aceptaba no haber logrado darle a los Pumas buenos resultados, ahora soy mejor entrenador”, recordó Carrillo.
ELIGIRÍA DIRIGIR A PUMAS SOBRE AMÉRICA
Carrillo tiene claro que si hoy tuviera en la mesa el contrato de Pumas o de América no dudaría en elegir.
«Me voy mañana a los Pumas gratis, es una espina del tamaño del estadio que tengo y me la quiero sacar”, concluyó el estratega que algún día probó el éxito, pero que también vivió el fracaso, con los equipos que esta noche se enfrentan.