domingo, junio 8, 2025

Cárceles bukelistas, la deuda de Noboa

El reelecto presidente de Ecuador propuso ampliar el sistema carcelario, pero en su primer mandato no ha cumplido con la prisión de Santa Elena Barcos-prisión y megacárceles al estilo de las del mandatario Nayib Bukele en El Salvador. Las llamativas propuestas para robustecer el sistema penitenciario en Ecuador dieron notoriedad al presidente Daniel Noboa, pero …

El reelecto presidente de Ecuador propuso ampliar el sistema carcelario, pero en su primer mandato no ha cumplido con la prisión de Santa Elena

Barcos-prisión y megacárceles al estilo de las del mandatario Nayib Bukele en El Salvador. Las llamativas propuestas para robustecer el sistema penitenciario en Ecuador dieron notoriedad al presidente Daniel Noboa, pero a pocos días de terminar su primer mandato sólo hay retrasos y silencio.

Agobiados por la violencia de bandas del narcotráfico, los ecuatorianos fueron a las urnas la semana pasada para reelegir a Noboa como presidente sobre su rival izquierdista Luisa González.

El mandatario centró la campaña en la continuidad de su política de mano dura contra el crimen que incluía la promesa de ampliar el sistema carcelario.

Pero sólo uno de los dos reclusorios que ordenó construir en 2024 avanza, a paso lento. De las barcazas prisión no volvió a hablar.

Las bases de la cárcel El Encuentro están en el empobrecido pueblo Juntas del Pacífico, en la costera provincia de Santa Elena (suroeste). Sus habitantes viven sin agua potable, conexión a internet o un centro de salud.

Al proyecto de Noboa se llega a través de una vía empedrada, estrecha y destruida por las lluvias.

En octubre autoridades informaron que la obra tenía un avance de 30%. El entonces director del organismo que administra las cárceles (SNAI), Luis Zaldumbide, lanzó una promesa: La prisión para 800 personas quedaría lista en el “récord” de 300 días. El plazo vence en mayo.

Una treintena de encapuchados atacó con explosivos la obra y mató a un trabajador en diciembre.

“A raíz de la explosión se paró todo, pero desde febrero vemos a cuatro o cinco carros ir y venir con material y con militares cada día”, dice Bienvenido Salinas, un agricultor local.

Los campesinos no se atreven a ir a hasta el sitio. “Está lleno de militares y, si nos ven, nos sacan”, relata.

Un día antes de que las autoridades pusieran la simbólica primera piedra, funcionarios del gobierno reunieron a los pobladores.

“Nos informaron de la cárcel. La decisión ya la habían tomado sin nosotros”, comenta Omar Laines, líder comunitario del poblado de 4 mil habitantes.

Las tierras “son nuestras por derecho ancestral y tenemos título de propiedad” al ser descendientes de un pueblo precolombino, añade.

Estilo CECOT

La autoridad carcelaria alegó razones de “seguridad” para no proporcionar información sobre el avance de la obra.

La cárcel prevé ocupar 16.2 hectáreas. Los planos incluyen seis torres de vigilancia de 9.5 metros de altura y una muralla de nueve metros. Además se instalarán bloqueadores de señal de telefonía e internet y un circuito cerrado de televisión.

El proyecto de cárcel estaba inspirado en el diseño del Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) construido por Bukele, con capacidad para 40 mil personas y blanco de críticas por abusos contra los derechos humanos.

“Nos pintaron pajaritos, que nos iban a construir muchas obras. Sólo nos han dado una cancha” deportiva, dice Mercedes Laines, quien rechaza el proyecto.

En principio, Noboa dijo que la empresa que edificó la megaprisión salvadoreña se encargaría de hacerlo en Ecuador.

Sin embargo, el contrato de 52 millones de dólares fue adjudicado a la española Puentes y Calzadas Infraestructura, subsidiaria de una firma china.

“El país no está para seguir haciendo cárceles. Podríamos evitar ese gasto y fortalecer el sistema penitenciario actual”, dice Mario Pazmiño, experto en seguridad y exjefe de Inteligencia del Ejército ecuatoriano.

Ni planos, ni obra

El mayor complejo penitenciario de Ecuador está en el puerto de Guayaquil (suroeste) y ha sido escenario de brutales masacres entre presos que desde 2021 dejan cerca de 500 muertos.

“Ecuador se mira siempre en el espejo de El Salvador, pero todo forma parte de un discurso político, no de rehabilitación penitenciaria”, agrega Pazmiño.

Noboa ofreció una segunda cárcel de máxima seguridad para aislar a los mafiosos. En principio iba a estar en la amazónica Archidona, pero protestas de indígenas y mestizos obligaron a reubicar el proyecto.

Si de la primera cárcel se ve poco, de la segunda no hay nada. El terreno destinado está lleno de maleza.